Frente al Jardín Mártirez de Uruapan
Centro
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Cuando acudimos a la lectura de la Sagrada Escritura, constatamos en el libro del Génesis, que cuando Dios creó el mundo con su palabra, expresó satisfacción diciendo que era “bueno”, y cuando hizo al hombre y lo coloca como centro de la creación dijo que era “muy bueno”. El mundo bueno y hermoso, así como el ser humano, salido de la bondad de Dios, se vio afectado por el pecado. Sin embargo Dios no lo abandona y manifiesta una vez más su amor enviando a su Hijo al mundo, para anunciar la buena nueva del reino a los pobres y a los pecadores. La Iglesia tiene el deber de cumplir su misión siguiendo los pasos de Jesús y adoptando sus actitudes de servicio, obediencia, y la de anunciar el evangelio de la paz sin llevar bolsa ni alforja y sin poner la confianza en el dinero ni en el poder de este mundo.